Ahora el Mago es Amor, y une Esto con Aquello en su Conjuro.
La Fórmula del Tetragramatón es la expresión matemática completa del Amor. Su esencia es esta: dos cosas cualquiera se unen, con un efecto doble: primero, la destrucción de ambas, acompañada por el éxtasis debido al alivio de la tensión de la separación; en segundo lugar, la creación de una tercera cosa, acompañada por el éxtasis de la realización de la existencia, la cual es Goce hasta que con el desarrollo se vuelve consciente de su imperfección, y ama.
Esta fórmula del Amor es universal; todas las leyes de la Naturaleza son sus servidoras. Así, la gravedad, la afinidad química, el potencial eléctrico, y el resto -y estos son por igual meros aspectos de la ley general- son muchas afirmaciones de la tendencia única observadas de manera diferente.
El Universo se conserva por la acción doble involucrada en la fórmula. La desaparición de Padre y Madre es compensada precisamente por la emergencia de Hijo e Hija. Puede por lo tanto considerarse como un motor de movimiento perpetuo que continuamente desarrolla éxtasis en cada una de sus fases.
El sacrificio de Ifigenia en Áulide puede ser tomado como típico de a fórmula: el efecto místico es la asunción de la sirvienta al seno de la diosa; mientras, por lo mágico, la destrucción de su parte terrenal, la cierva serena la ira de Eolo, y ofrece a las Danaides levar ancla.
Ahora no puede ser entendido demasiado claramente, ni comprendido con demasiada precisión por medio de la acción, que la intensidad del Goce liberado varía con el grado original de oposición entre los dos elementos de la unión. El calor, la luz y la electricidad son fenómenos que expresan la plenitud de la pasión, y su valor es el más grande cuando la diversidad de las Energías que componen el matrimonio es la más extenuante. Unx obtiene más de la explosión de Hidrógeno y Oxígeno que de la aburrida combinación de sustancias indiferentes entre sí. De este modo, la unión de Nitrógeno y Cloro es tan poco satisfactoria para cualquiera de las dos moléculas, que el compuesto resultante se desintegra con violencia explosiva al menor choque. Podríamos decir, entonces, en el lenguaje de Thelema, que tal acto de amor no es "amor bajo voluntad." Es, por así decirlo, una operación de magia negra.
Consideremos, en una ilustración, los 'sentimientos' de una molécula de Hidrógeno en presencia de una de Oxígeno o de Cloro. Está hecha para sufrir intensamente por la comprensión de lo extremo de su divergencia del tipo perfecto de mónada por la contemplación de un elemento tan supremamente opuesto a su propia naturaleza en todos los ámbitos. Mientras sea egoísta, su reacción debe ser desprecio y odio; pero al entender por el verdadero remordimiento que está puesto sobre su separación por la presencia de su opuesto, estos sentimientos se tornan en angustiado anhelo. Comienza a ansiar la chispa eléctrica que le permitirá aliviar sus punzadas mediante la aniquilación de todas aquellas propiedades que constituyen su existencia separada, en el arrobo de la unión, y al mismo tiempo satisfacer su pasión de crear un tipo perfecto de Paz.
Vemos la misma psicología en todas partes en el mundo físico. Una ilustración más fuerte y elaborada podría bien haber sido dispuesta, fuese el propósito de este ensayo menos católico, desde la estructura los átomos mismos, y sus esfuerzos por resolver la agonía de su agitación en el beatífico Nirvana de los gases 'nobles'.
El proceso del Amor bajo Voluntad es evidentemente progresivo. El Padre que se ha quitado la vida en el útero de la Madre se encuentra a sí mismo una vez más, con ella, y transfigurado, en el Hijo. Este Hijo actúa como un nuevo Padre, y es así que el Ser se agranda constantemente, y capaz de contrapesar un No-Ser incluso mayor, hasta el acto final del Amor bajo Voluntad que comprende al Universo en Sammasamadhi.
La pasión del Odio es de esta manera dirigida contra unx mismx; es la expresión del dolor y la pena de la separación; y sólo aparenta estar dirigido contra el opuesto por transferencia psicológica. Esta tesis ha sido suficientemente aclarada por la Escuela de Freud.
Hay entonces, ciertamente, poco en común entre el Amor y tales pasiones tibias como la estima, el afecto o la bondad; es el no iniciado, quien, para su condena en un infierno de sopa de repollo y jabonaduras, las confunde.
El amor puede ser definido de mejor manera como la pasión del Odio inflamada hasta el punto de la locura, cuando se refugia en la Auto-destrucción.
El amor es visto con claridad con la lujuria de la ira mortal, disecando a su víctima con energía aplicada, buscando dónde es mejor golpear mortalmente al corazón; se vuelve ciego sólo cuando su furia lo ha subyugado, y lo empuja a las fauces rojas del horno de la auto-inmolación.
Debemos distinguir más a fondo en este sentido mágico la fórmula, el símbolo y el tipo sexual aunque sean parte de lo mismo. Porque la esencia pura de la magia es una función de consciencia atómica definitiva, y sus operaciones deben ser refinadas de toda confusión y contaminación. Las verdaderas operaciones mágicas de Amor son por consiguiente los Trances, más especialmente los de Entendimiento, como será rápidamente apreciado por quienes han hecho un estudio Cabalístico cuidadoso de la naturaleza de Binah. Porque ella es omniforme como Amor y como Muerte, el Gran Mar de donde toda Vida aparece, y cuyo vientre negro todo reabsorbe. Ella resume así en sí misma el proceso doble de la Fórmula del Amor bajo Voluntad; porque ¿no es Pan Creador de Todo en el corazón de los Bosques al mediodía, y no es Su "pelo los árboles de la Eternidad" los filamentos de la Cabeza de Dios que Todo lo Devora "bajo la Noche de Pan?"
Aún así no hay que olvidar que a pesar de que Ella sea amor, su función no es sino pasiva; es el vehículo de la Palabra, de Chokmah, Sabiduría, el Padre de Todo, quien es la Voluntad del Uno-que-es-Todo. Y de esta manera erran con grave equivocación y funesto quien parlotea del Amor como la Fórmula de la Magia; el Amor es desequilibrado, vacío, vago, sin dirección, estéril, es más, una verdadera Caparazón, la presa de miserables restos demoníacos: el Amor debe ser "bajo voluntad."
Aleister Crowley, "Love", de "Little Essays Toward Truth", 1938.
Ilustración: Mantra, de la artista canadiense Devany Wolf
Fuentes
Aleister Crowley - "Little Essays Toward Truth", 1938. Aporte de Zarza Khan.
Habitantes del Caos es una comunidad abierta a nuevos participantes que quieran colaborar con artículos propios o publicando aportaciones interesantes.
Registrarse