Gnósica 2 de 4
Compositiva Gnósica
Frater Mohamed Lee para Habitantes del Caos
Estudio sobre Gnosis, nombre con el que se denomina en la magia del caos a las prácticas para alterar la conciencia con utilidades operativas en la concreción de los deseos. Revisaremos los factores que influyen en un buen nivel de gnosis.
Lo cierto es que independiente del paradigma con el que se cuente, siempre es necesaria una disolución de la noción del yo y del mundo para obtener resultados en la magia. Al realizar un acto mágico uno asume que se encuentra sumido en una configuración de realidad donde lo deseado no está presente, no existe. El punto parece ser superar los impedimentos dentro del microcosmos para que se manifieste en el macrocosmos lo deseado, (“como es arriba es abajo”), estos impedimentos deben ser disueltos, no es posible eliminarlos, la energía no se destruye, la información no se esfuma, la materia no desaparece pero todo puede ser transformado y reordenado de manera tal que no impida la realización del deseo, “solve et coagula”. Gnosis es el solve de la estructuración de realidad donde lo deseado no existe y que llamamos a su existencia por medio de la ejecución del ritual que es el inicio del proceso coagula como lo mencionamos en la primera parte de este estudio (1ra parte).
De acuerdo a la naturaleza del deseo y al paradigma utilizado, uno puede elegir el tipo de gnosis más adecuada y dado que cada deseo tiene su zona de estructuración mental, también cuenta con sus particulares resistencias, así hay tipos de gnosis que se encargan de desestructurar justamente esas zonas para que lo deseado igualmente pueda manifestarse.
Antes de entrar en materia, es fundamental contar con el vocabulario necesario para seguir esta simple traducción de lo que sucede en estas dimensiones donde nos embarcan los estados alterados de conciencia o como le llamamos en la magia: Gnosis.
Ocuparemos un lenguaje próximo a la psicología descriptiva(1) con metodología cercana a la fenomenología, a saber:
Conciencia: Es el registrador, coordinador y procesador de los estímulos tanto internos como externos que llegan a la estructura psíquica, su capacidad se mide según los datos que pueda soportar conservando la estructura que le da noción de continuidad. Es en la conciencia donde se manifiesta el registro de todos los estímulos que generan los fenómenos tanto internos como externos.
Atención: Capacidad de la conciencia para enfocarse en un conjunto de datos, lo que permite dirigir acciones intencionalmente según las necesidades que la conciencia prevea de acuerdo sus registros, coordinaciones y procesamientos para la conservación de la estructura.
Foco Atencional: Es el segmento de datos que se hace manifiesto de acuerdo a la dirección que le dé la conciencia a la atención, la dirección, amplitud e intensidad del foco atencional depende de la capacidad de la conciencia aunque la dirección también es influida por la ubicación del Yo al momento de la focalización.
Campo de Copresencia: Campo de datos registrado por conciencia que escapa al foco atencional pero que influye sobre la manera de registrar, coordinar y procesar los estímulos. El campo de copresencia no debe confundirse con la idea de inconsciente o subconciente dado que es un terreno activo y necesario dentro de todas las operaciones de conciencia.
Yo: Epifenómeno de la conciencia, configuración de identidad en base a los registros, tendencias y maneras en que la conciencia se conduce. El yo surge desde la noción mas enquistada de continuidad de la conciencia identificando existencia con datos y no con dirección siendo el ejemplo encarnado de “retensión”. Si bien el yo surge de la conciencia, no corresponde identificarlo con ella porque el Yo más bien viene a ser el punto de observación de los fenómenos tanto internos como externos, es quizá esta característica de observador la que crea la ilusión de identificación del yo con la noción de existencia, generando un falso centro de gravedad que usufructúa de los recurso de conciencia para la conservación de su identidad, siendo que el yo es un fenómeno alterable. El yo cuenta con ubicación espacial dentro de la estructura psíquica, teniendo posición respecto a los contenidos de conciencia que llegan de memoria imaginación y sentidos. También cuanta con capacidad de direccionar el foco atencional y de correlacionar los datos de conciencia con los estímulos (internos y externos) registrados.
Corrimiento del Yo: Fenómeno de conciencia donde el Yo es desplazado como centro operativo de la conciencia y punto de observación, generando una desidentificación con la noción de permanencia que crea el yo y facilitando las modificaciones en conciencia. El corrimiento del yo puede producirse de forma descontrolada, crepuscular, cayendo en reacciones mecánicas poco útiles a la economía de conciencia y haciendo peligrar su conservación. Por otra parte el corrimiento del yo también puede darse de forma conveniente tanto intencional como accidentalmente por medio de los estados alterados de conciencia donde es el propósito quien se ubica como centro de gravedad de la conciencia ordenando lo necesario para la consecución del mismo.
Niveles de Conciencia: Diferenciación que se hace dadas las distintas formas que tiene la conciencia de registrar y operar con los datos que vienen del mundo (interno-externo), hablamos de la particular manera que en conjunto operan memoria, sentidos (vista, oído, etc) y centros de respuesta (Vegatativo-orgánico, sexual, motriz-movimiento, emotivo, intelectual y emotivo superior e intelectual superior que solo se movilizan en lo niveles más altos de conciencia). Los niveles de conciencia reflejan si la tendencia de la conciencia es hacia el mundo interno o externo.
Nivel de sueño: Los sentidos reducen su actividad al mínimo y la maquinaria se ocupa de los trabajos reparadores orgánicos en un sueño profundo sin representaciones, ya en un sueño más superficial las representaciones (imágenes visuales, auditivas, etc.) aparecen pero bajo una lógica muy diferente a la de vigilia, siendo que las sucesiones entre imágenes parece inconexa cuando en realidad se esta realizando un reordenamiento entre imágenes y cargas emotivas necesario para los procesos de fijación de memoria. El yo pierde registro de si mismo porque la conciencia diluye su centro de gravedad, perdiendo la intensidad y dirección del foco atencional.
Nivel de semisueño: Las imágenes siguen contando con su dinámica “inconcordante” aunque ya es más fácil seguirles el rastro, siguen realizando ordenamientos de contenidos y empiezan a fijarse las relaciones que permitirán operar en el mundo externo, los sentidos poco a poco comienzan a arrojar sus señales a conciencia las cuales se ocupan de igual manera en toda la dinámica del semisueño. Los centros de respuestas comienzan a movilizarse de mayor manera dado que el centro vegetativo-orgánico ya no consume a toda la maquinaria y las imágenes y emociones se desatan junto con las tensiones corporales. Es en este nivel de conciencia donde está la base del mundo onírico y el sustrato desde donde se levantan las conjeturas que teñirán vigilia. El yo comienza a configurarse aunque aun no logra definir claramente sus límites.
Nivel de vigilia: Los sentidos externos ya arrojan todas las señales libremente a conciencia y los centros despliegan sus respuestas al mundo. Es este nivel en donde la maquinaria se mueve para compensar los estímulos externos. La conciencia está volcada al mundo aunque sigue influida por las estructuraciones infravigílicas de sueño y semisueño, si bien aumenta la crítica y autocrítica, conciencia sigue siendo influenciada por las compensaciones internas sin mucho poder de observación, estas compensaciones internas se expresan como compulsiones y ensueños orientando la maquinaria en el mundo no necesariamente por lo percibido afuera, sino más bien por las creencias y conjeturas de niveles mas bajos. El yo aparece como centro de gravedad desplegando una delimitada zona en la que se mueve, teniendo relativo control sobre la intensidad y direccionaliad del foco atencional.
Nivel de conciencia de sí: Los centros se expresan de forma más armonizada y las señales de los sentidos son registradas y procesadas de forma más eficiente dado que conciencia a ampliado su foco atencional tanto al mundo externo como interno, pudiendo percatarse de los ensueños que pulsan por compensarse y los fenómenos externos que desequilibran la estructura de la maquinaria psicofisiológica. Se llama conciencia de sí, dado que hay poder de observación sobre los procesos internos a la par que se mantiene la operatividad en el medio, el yo logra diferenciar claramente sus límites y tiene mayor libertad de desplazamiento y direccionalidad del foco atencional.
Nivel de conciencia objetiva: Ya la conciencia puede captar el funcionamiento de los fenómenos tanto internos como externos, hablar más allá de esto entra en terrenos poco traducibles y que se prestan para la confusión sin la experiencia necesaria. Basta señalar que el estado normal del ser humano promedio con suerte logra establecer un alto nivel vigílico y escasamente logra rozar los estados de conciencia de sí. Estas categorizaciones no son nuevas y de bastantes maneras se han traducido a lo largo de las tradiciones.
Nivel Atencional: Uno de los indicadores de nivel de conciencia, a mayor nivel atencional, intensidad, amplitud y direccionalidad, mayor el nivel de conciencia con el que se cuenta. Está relacionado con el estado del yo, su ubicación y delimitación de límites.
Estados Alterados de Conciencia: Modalidad de la conciencia que se caracteriza por intervenir en el funcionamiento habitual de cada nivel, no altera la globalidad de los procesos de estructuración de datos, ni de hacia donde se dirige la conciencia, pero si hay alteraciones particulares de memoria, sentidos o centros. Lo principal es que hay un enrarecimiento del registro del yo habitual para ese nivel de conciencia, el cual ve comprometida su identidad y habituales límites diferenciadores alterando el normal funcionamiento de conciencia para ese nivel.
Estados Perturbados de Conciencia: Estados donde el yo pierde parcialmente su capacidad de correlacionar conciencia-mundo quedando a la deriva en ciertos aspectos, perdiendo la direccionalidad del foco atencional y de su propia ubicación dentro de cierta zona.
Estados Crepusculares de Conciencia: El yo pierde toda capacidad de ubicación, correlación y direccionalidad del foco, la estructura psíquica corre riesgo de colapso al perder centro de gravedad.
Estados Inspirados de Conciencia: El yo se interioriza sin perder su foco y conservando la direccionaliad. Tiene el dominio para correlacionar los elementos dentro un gran espectro dada una ampliación del foco atencional. En este estado se puede generar el corrimiento del yo de manera intencional, teniendo la capacidad de colocar el propósito deseado como centro de gravedad de la conciencia.
Shoqueo de Conciencia: Momento en que la conciencia sufre una alteración intensa y repentina de su funcionamiento normal. Los shoqueos se producen accidentalmente sin mediar intención o por predisposición y en cada una de estas formas se encuentran diversas formas de shoqueos según el procedimiento ocupado para la alteración.
Con estas notas, estamos en condiciones de definir a Gnósica como: El estudio que se encarga de comprender el funcionamiento de la conciencia para manipular los diversos shoqueos, con la finalidad de predisponer distintos estados de conciencia según los própositos con los que se cuente. Los estados de conciencia con fines operativos independiente si son perturbados o inspirados serán llamados estados de gnosis.
Hasta acá lo básico de compositiva gnósica.
Operativa Gnósica
La elección que hagamos de los estados de gnosis o “la gnosis” que elijamos para nuestros trabajos mágicos, dependerá de nuestros propósitos o deseos (desiderática). Por otra parte la gnosis elegida influirá en la preparación de nuestro ritual (ritualística).
Continuemos con conceptos que nos serán útil para comprender la operativa gnósica.
Trance: Es el proceso por el que se pasa hasta lograr la gnosis deseada. En el trance nos encontraremos con estados alterados varios, es lo que podríamos llamar “el viaje”.
Devoción: Proceso de fijación y carga del propósito o deseo por medio de la predisposición emotiva positiva, este procedimiento tiene su particular espectro de trance y puede llevar a la mediumnidad.
Mediumnidad: Estado alterado donde la conciencia tiene su centro de gravedad en algún elemento de si misma distinto del yo habitual. No estamos en condiciones de definir si este centro de gravedad, este elemento de conciencia, solo tiene correlación mental con alguna entidad o fenómeno externo; o se da un real conexión con algo fuera de la estructura.
Sueño Lúcido: Estado alterado de conciencia de sueño o semisueño donde el yo cuenta con sus límites definidos lo que permite direccionar el foco atencional dentro de los contenidos de conciencia. Se dice que es este estado el que abre la puerta a los denominados viajes Astrales.
Viaje Astral: Particular tipo de trance donde la conciencia puede registrar los estímulos externos e internos más allá de las posibilidades que le permiten físicamente los sentidos. Esta nueva forma de registro no es garantía de correctas relaciones entre los elementos de conciencia y fenómenos externos, pero si cuenta con su particular coherencia. No estamos en condiciones de saber si la conciencia se exterioriza de la estructura psicofisiológica o se predispone a si misma a los estímulos del medio de una manera aún desconocida para nosotros.
Imágenes Hipnagógicas: Imágenes de obvia estructura onírica y con alto poder sugestionable, pueden ser del tipo visual, auditivo, gustativo,etc.
Imágenes subliminales: Imágenes que se encentran en el límite de nuestro foco atencional, cuentan con un alto poder de influencia en el comportamiento de conciencia porque condiciona todo el campo de copresencia y desde ahí ser capaz de orientar nuestras tendencias.
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Hemos completado la primera parte conceptual básica de nuestro estudio de gnósica. Con estos elementos estamos en condiciones de entrar en la operativa práctica. Ya en la tercera parte de nuestra monografía nos enfocaremos en los distintos tipos de gnosis y como elegirlos según nuestras necesidades ritualísticas y desideráticas.
Frater Mohamed Lee para Habitantes del Caos
ANSYF
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(1) Apoyados en la psicología emergente del Nuevo Humanismo, surgida de los trabajos de Siloismo, corriente actualizada del cuarto camino de Gurdjieff)
Fuentes
https://fratermohamedlee.wordpress.com/2015/07/09/gnosica-2da-parte/