Hace unos cinco años, necesitaba ayuda porque tenía una perra enferma; si bien estaba bajo tratamiento por displasia de cadera, los medicamentos no aliviaban su dolor y se la veía sufrir mucho. De modo que decidí crear a Dogui, un simpático servidor con forma de pequeño perro-duende.
Como los animales están en contacto con los elementales y no les temen, sentí que era una buena idea que Dogui fuera como un duendecillo, pero con rostro de labrador. Hice un dibujo del servidor y le agregué un pequeño maletín con una cruz roja y chaquetilla blanca. El alojamiento de Dogui sería una maceta con una gran Aralia, donde, por ser mitad duende, se sentiría a gusto y su alimento, la enfermedad. Es decir, mientras sanara a mi perra, Dogui se alimentaría de la enfermedad de ella, así que le creé un apetito voraz. Quise que Dogui se presentara a cumplir sus funciones cuando yo lo llamara diciendo su nombre y silbando, tal como se llama a los perros. Dejaría de existir cuando yo lo decidiera, y eso sería cuando rompiera su imagen. En ese momento, la energía de Dogui volvería a mí. Dogui, por supuesto, era un aspecto mío, el que deseaba aliviar a la perra y hacerla sentir bien.
Los resultados se vieron desde la primera vez que fue utilizado y fueron tan sorprendentes que la perra pudo dejar la medicación que tomaba a diario. Para ser un animal de cierta edad, volvió a correr y estaba alerta y decididamente contenta. Nunca reabsorbí a Dogui. Luego de tan buen desempeño, Dogui fue usado por un par de magos amigos, y realizó su función de manera maravillosa.
También lo usé para localizar un cachorro perdido, con éxito (Dogui aprendía de lo que realizaba, se conectaba con los perros y pudo ampliar el espectro de sus funciones). Por último, mi orden final para él fue que recorriera el mundo sanando a todos los perros enfermos que encontrara; sé que volverá en cuanto yo lo llame, por ahora no lo he necesitado.
Dogui está “cargado” y sigue en funciones; si necesitas sus servicios, sólo llámalo como a un perro, diciendo su nombre varias veces y con algunos silbidos y explícale lo que debe hacer. Él lo hará; no te olvides de agradecerle de antemano. Saludos perrunos!
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